El mercado lícito de la hoja de coca: problemas y perspectivas de solución
Por Frank Casas(*) - Publicado originalmente en el Diario La República (13/05/2021)
Si bien es claro que la mayor parte de la demanda de hoja de coca está relacionada a la producción ilícita de cocaína, también es cierto que hay un aumento de la demanda para fines tradicionales e industriales, y que este mercado ha crecido y se expande. De acuerdo al SISCOD (https://sistemas.devida.gob.pe/siscod/), hoy existen más consumidores de hoja de coca que antes (de 4.5 millones en el 2003 a cerca de 6 millones en el 2019), también hay mayor cantidad de hoja de coca para fines tradicionales que antes (de 8,7000 toneladas (t) en el 2003 a cerca de 12,000t en el 2019), y por consiguiente, hay más hectáreas de cultivo para fines lícitos que antes (se infiere que para producir las cerca de 12,000t de hoja de coca se requiere 9,079 hectáreas de cultivo).
Sin embargo, al mismo tiempo, la Empresa Nacional de la Coca (ENACO), única empresa facultada por Decreto Ley 22370 para atender la demanda legal de hoja de coca, compra cada vez menos cantidad de hoja de coca (de 2641t en 2010 a 1405t en 2019), y cada vez hay menos productores empadronados que le venden a la ENACO su hoja de coca. Asimismo, cada vez se deja de comprar hoja de coca en las zonas en donde hay productores empadronados (entre el 2008 y el 2018 la ENACO registra compras en 7 de 11 zonas posibles). Y, finalmente, su participación en el mercado industrial de hoja de coca, por ejemplo, del filtrante de hoja de coca, solo alcanza el 8% anual de las 81t posibles.
Desde el poder legislativo y la sociedad civil, se ha lanzado propuestas para resolver el problema del sistema compra-venta de hoja de coca. Pero la mayoría de propuestas plantean legalizar toda la hoja de coca, aun cuando cerca del 90% de la producción se destina para el tráfico de cocaína. De otro lado, también se propone reconocer a los usos de la hoja de coca como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, aun cuando eso ya se encuentra establecido por Resolución Directoral Nacional N° 1707/INC del 2005. Finalmente, también se ha propuesto incrementar el decomiso de hoja de coca y sancionar a los productores informales, aun cuando no hay evidencia que ello favorezca a su formalización.
Es necesario fortalecer la capacidad de la ENACO para adquirir eficientemente la totalidad de la producción de hoja de coca que se demanda para fines tradicionales e industriales. O sea, hace falta comprar anualmente 10,600t adicionales para lograr ello. Pero para que eso ocurra, es fundamental que previamente el Estado identifique plenamente a aquellos que producen hoja de coca para fines lícitos, así como la ubicación de sus parcelas. Y por ello se requiere analizar el actual padrón de productores establecido por el Decreto Legislativo 22095 desde 1978, y por su primera disposición transitoria de 1988.
Controlar al narcotráfico también implica reconocer y valorar a aquellos productores de hoja de coca que la destinan para fines lícitos. Desde que iniciamos nuestra gestión en DEVIDA, a mediados del 2018, venimos contribuyendo a la modernización del sistema de comercialización de la hoja de coca para fines tradicionales e industriales. En esa línea, y con el apoyo de la Unión Europea, se ha apostado por la generación de evidencia que nos conduzca a un sistema de comercialización acorde a los nuevos tiempos y que respete las tradiciones y la salud de la ciudadanía.
(*) Director de Asuntos Técnico de DEVIDA