Mitos informáticos sobre el
gobierno de datos
Por Frank Casas*
Publicado originalmente en el Diario La República (19/04/2021)
La información es un recurso clave para tomar decisiones y evaluar las políticas públicas. Para contar con ello, las organizaciones llevan a cabo una serie de gestiones a las cuales se les denomina “gobierno de datos”. Pero muchas veces se cree que esta responsabilidad recae en el profesional de informática, o que la solución a los problemas de información en las organizaciones depende de un software. Así, por ejemplo, se suele creer que un software puede producir datos y actualizarlos, cuando en realidad los datos son recogidos en campo por un equipo humano multidisciplinario. Asimismo, se suele pensar que un software puede garantizar datos rigurosos. Pero lo que garantiza que los datos sean rigurosos son las metodologías aplicadas por el equipo humano.
De otro lado, se suele delegar las tareas de gestión de información a las oficinas de informática, aun cuando a estas oficinas solo le corresponde participar en la etapa de automatización de procesos, y ello sucederá siempre que ya existan los datos y las metodologías antes señaladas. Finalmente, se cree que para automatizar la gestión de información se requiere el software más caro, cuando se ha demostrado que el software libre puede garantizar una adecuada automatización y a bajo coste. En suma, aun cuando el software y los profesionales en informática son piezas importantes en estas labores, sin equipo humano multidisciplinario y sin metodologías, no será posible generar información oportuna y de calidad.
Podemos aprender de las buenas prácticas que existen en materia de gobierno de datos. Un caso exitoso corresponde al sistema de alertas tempranas de drogas de la Unión Europea que fue creado para detectar y analizar el mercado de las nuevas drogas psicoactivas. El motor de este sistema no es un software stricto sensu, sino la capacidad del recurso humano que recolecta información en diferentes países, así como de sus analistas que periódicamente examinan miles de muestras químicas en sus laboratorios clínicos y forenses altamente equipados. Estas consideraciones técnicas son un asunto de interés para la gestión pública peruana, y que podría contribuir a la eficiente gestión de los más de 970 millones de soles que se emplearían para financiar los 778 proyectos aprobados en el Invierte.pe, orientados a mejorar sistemas y servicios de información, así como para la creación de observatorios.
En el 2020, nuestra gestión en la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), relanzó el sistema de información SISCOD. Y, en ese marco, se gestionó el monitoreo mensual de los precios de la hoja de coca y de los derivados cocaínicos, cuya finalidad es ser un instrumento que permita orientar las acciones estratégicas para el control de cocaína en seis cuencas cocaleras del país, a partir de las fluctuaciones en la actividad económica del narcotráfico. Este trabajo ha sido reconocido como “Buena Práctica en Gestión Pública” por Ciudadanos al Día, donde se reconoce el trabajo realizado por un equipo humano de 18 profesionales de DEVIDA, pertenecientes a las oficinas zonales, y al Observatorio Peruano de Drogas.
La calidad de la información está garantizada por un proceso de trabajo riguroso que implicó la ejecución de 31 actividades operativas con más de 240 horas/hombre de trabajo al mes. Además, la metodología ha sido revisada por organismos internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el Observatorio Europeo de Drogas, y por la Administración de Control de Drogas - DEA. Para realizar este trabajo no se empleó presupuesto público adicional, y toda la base de datos ha sido procesada en Excel. A la fecha ya se ha publicado 12 reportes mensuales, y nos llena de satisfacción que ni bien empezamos a publicar la información de abril 2020 (https://sistemas.devida.gob.pe/siscod/indicadores), esta venga siendo utilizada por organismos internacionales y por algunos centros académicos nacionales que analizan el problema de las drogas.
(*) Director de Asuntos Técnicos de DEVIDA.